El cogió el teléfono, y con una sonrisa me dijo que sentía estropearme las vacaciones pero tenia que volver para operarse de nuevo, ahora márgenes de seguridad.
Hicimos el camino de regreso casi en silencio, yo por no llorar, y el para que no viera su preocupación.
De nuevo en el Hospital, esta vez vaciarían un poco mas y posiblemente tendría problemas para doblar la pierna, pero el siempre con su buen humor, me tranquilizó a mi, siempre decía que su destino ya estaba escrito, y lo que Alah decidiera, bienvenido sería….
Operaron de nuevo y para sorpresa de todos los que estábamos a su lado la recuperación fue asombrosa, tanto que ni siquiera hubo ningún tipo de secuelas, su pierna perfecta y todas las pruebas negativas, así que lo único que tendría que hacer seria radioterapia. Yo veía de nuevo algo de luz. (continua abajo)
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